Es una obra romántica ambientada en la Inglaterra de principios del siglo XIX y relata la vida de una niña huérfana.
Por avatares familiares y el fallecimiento de sus padres, esta niña pasa a vivir con un tío que posteriormente también fallece. Tras esto, su tía política la envía a un orfanato donde se educa en un ambiente de grandes penurias, disciplina y renuncias, pero también donde descubre el valor de la amistad, de la esperanza y la ilusión por salir de ese entorno. El libro mantiene un interés constante, por la propia evolución de la protagonista, de aspecto frágil pero de gran fortaleza de carácter.
Finalizada su etapa de estudiante en el colegio y pasa a ser profesora del mismo, hasta que decide iniciar un nuevo rumbo y acepta ser institutriz de una niña francesa que apadrina un poderoso señor.
Ya tenemos a una protagonista adulta que por primera vez se siente dueña de si misma y respetada por el entorno del que forma parte, y percibe que puede ser feliz. También aquí conocerá el amor a través del dueño de la mansión, un personaje enigmático, de aspecto poco agraciado y de carácter difícil. De modo casi involuntario cruzan sus vidas y comparten sentimientos.
Sin embargo un misterio desconocido sale a la luz y nuevamente la angustia, el dolor y la tristeza aparecen en la vida de la protagonista.
Es una novela de superación y casi feminista vista desde la perspectiva actual, cuya lectura recomiendo.
Por avatares familiares y el fallecimiento de sus padres, esta niña pasa a vivir con un tío que posteriormente también fallece. Tras esto, su tía política la envía a un orfanato donde se educa en un ambiente de grandes penurias, disciplina y renuncias, pero también donde descubre el valor de la amistad, de la esperanza y la ilusión por salir de ese entorno. El libro mantiene un interés constante, por la propia evolución de la protagonista, de aspecto frágil pero de gran fortaleza de carácter.
Finalizada su etapa de estudiante en el colegio y pasa a ser profesora del mismo, hasta que decide iniciar un nuevo rumbo y acepta ser institutriz de una niña francesa que apadrina un poderoso señor.
Ya tenemos a una protagonista adulta que por primera vez se siente dueña de si misma y respetada por el entorno del que forma parte, y percibe que puede ser feliz. También aquí conocerá el amor a través del dueño de la mansión, un personaje enigmático, de aspecto poco agraciado y de carácter difícil. De modo casi involuntario cruzan sus vidas y comparten sentimientos.
Sin embargo un misterio desconocido sale a la luz y nuevamente la angustia, el dolor y la tristeza aparecen en la vida de la protagonista.
Es una novela de superación y casi feminista vista desde la perspectiva actual, cuya lectura recomiendo.
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